Valor de las cartas
En primer lugar, veamos el valor de las cartas: Las cartas del 2 al 10 conservan su valor.
Por ejemplo, una tarjeta con el número tres vale tres puntos.
El rey, la reina y la jota tienen un valor de 10. Podés elegir el valor del As: un 1 o un 11, según lo que te convenga.
Cómo jugar tu mano
Una vez que hayas estudiado cuidadosamente tus propias cartas y la del crupier, estás listo para tomar una de las siguientes decisiones:
Plantarse: conservar las cartas que te repartieron y no pedir más.
Pedir: pedir otra carta. Podés pedir hasta que estés satisfecho con tu elección de cartas.
Doblar: un jugador puede doblar su apuesta. Solo se puede doblar la apuesta al principio del turno, después de recibir las cartas iniciales.
Para doblar la apuesta se debe colocar otra apuesta del mismo valor que la apuesta inicial. Cuando un jugador dobla su apuesta solo puede recibir una carta más.
En la mayoría de los casinos se puede doblar con cualquier puntuación, sin embargo, hay casinos que solo dejan doblar cuando la mano inicial suma 9, 10 u 11.
Dividir: cuando las dos cartas iniciales tienen el mismo valor se puede separar la jugada en dos manos independientes.
Para eso, el jugador tiene que hacer una apuesta igual a la inicial, de esta forma cada mano tiene su apuesta.
El jugador juega cada mano de manera independiente. Si después de separar una mano se consigue la puntuación de 21 con dos cartas, no se considera Blackjack.
En las manos separadas nunca se puede lograr BlackJack.
Cuando se separan dos Ases solo se reparte una carta a cada mano.
Rendirse: algunas de las versiones del blackjack te permiten rendirte si pensás que vas a perder la mano. En este caso, solo perderías la mitad de tu apuesta original.